domingo, 28 de abril de 2013

WILBUR SE QUIERE SUICIDAR


- "Wilbur: ¿qué crees que pasaría en general, en el plano sociológico, si todos nos suicidásemos?
- Ya no habría grupo...

Wilbur y Moira en "Wilbur se quiere suicidar"


"Wilbur se quiere suicidar" (Lone Scherfig, 2002), detenta un título ciertamente dramático. Estamos ante un melodrama que en España cosechó críticas muy favorables, a pesar de plantear interrogantes respecto inherentes a una cuestión como el suicidio, doloroso, serio y preocupante.

Y aunque en Medicina debería estar vetada la frivolidad, el suicidio semeja haberse convertido en la patología psiquiátrica de moda para algunos. En nuestro entorno, inmerso en una profunda crisis económica y social, cada noticia relacionada con el tema es capaz de provocar la ebullición de los medios de comunicación y la sobrecarga en las redes sociales, hecho que nos trae a la memoria aquel singular fenómeno que los clásicos denominaron como "el efecto Werther" .

Algunos expertos, como el Dr. Juan Gervás (miembro del equipo CESCA - Madrid), han opinado que toda crisis económica se acompaña de un empeoramiento del estado general de la salud, aunque no de un aumento en la mortalidad. Una tasa de paro elevada, un incremento de la pobreza y la mayor profundidad en la brecha existente entre ricos y pobres son los determinantes de este deterioro. Y sin bien la mortalidad en general no se incrementa, sí lo hace en cambio el número de suicidios.

Tampoco parece haber dudas respecto a la salud mental de los desempleados, sensiblemente peor de la de las personas con trabajo. Los parados tienen un riesgo de suicidio entre 2 y 3 veces mayor que los trabajadores.



A pesar de todo, en España, según el INE (Instituto Nacional de Estadística), los últimos datos disponibles correspondientes al año 2010 indican que el número de suicidios fue el más bajo de los últimos 17 años: 3145 casos. También resulta llamativo que estas cifras se han mantenido más o menos constantes del inicio en nuestros país de la crisis económica.

Para los especialistas en salud mental, la causa de un suicidio radica en alguna patología psiquiátrica y nunca en el análisis lógico del individuo. Nos hemos tomado la libertad de extraer la siguiente conclusión extraída del artículo "Suicidios y desahucios", suscrito por varios psiquiatras españoles y publicado en el diario Deia en noviembre de 2012: "en última instancia, el suicida siempre se lleva con él la clave de su decisión, y sólo él podría dar cuenta de lo que le llevó a ese final, que nos deja abocados a todo tipo de interpretación y valoración..."

Tratar de descubrir cuáles son las causas que empujan a Wilbur (destacamos la sutil comicidad de Jamie Sives) hacia el suicidio se convertirá en el motivo capaz de captar nuestra atención sobre esta singular historia. Paradójicamente, nuestro protagonista trabaja en una guardería.

Pedro Sánchez Rodríguez, en "La vida es bella. Catálogo sobre Cuestiones de Escatología en el cine contemporáneo (1990 - 2005)", opina que el vacío de la vida contemporánea podría representar la justificación del por qué Wilbur desea desaparecer de este mundo. También intuye que la búsqueda de la muerte podría tener que ver con un trauma infantil no superado por el protagonista (la muerte de la madre). 


FÁRMACOS Y GAS...

Uno de los suicidios que más ríos de tinta ha hecho correr dentro de la historia del cine fue el supuestamente protagonizado por la mítica Marilyn Monroe, tristemente desaparecida como consecuencia de una sobredosis de barbitúricos. Sobre las posibles causas de su muerte todavía se continúa especulando hoy en día...


Marilyn Monroe durante el rodaje de "Vidas rebeldes" (John Huston 1961)

Las primeras escenas de "Wilbur se quiere suicidar" nos muestran a su protagonista intentando poner fin a su existencia mediante la ingestión de fármacos, por otra parte el método más utilizado para quitarse la vida. Quizás desconfiando de la efectividad de tal elección, Wilbur decide además abrir la espita del gas.

Existen en la literatura médica trabajos que han intentado cualificar y cuantificar los fármacos elegidos en los intentos de suicidio por intoxicación medicamentosa: las benzodiacepinas son las favoritas, implicadas en 7 de cada 10 casos; en casi la mitad de las ocasiones el número de comprimidos ingeridos se sitúa entre 10 y 20.

Presto, al auxilio de Wilbur, acude su hermano mayor Harbour (Adrian Rawlins, actor inglés tal vez más conocido por su interpretación de James Potter, el padre de Harry en varios episodios de la popular saga del aprendiz de mago). Ambos regentan una vieja librería de compra-venta heredada de su padre recientemente fallecido en la cinérea ciudad de Glasgow, escenario donde fueron rodados todos los exteriores.


Adrian Rawlins es Harbour North

Este primer fallido intento termina con el menor de los hermanos North hospitalizado e inmerso  en una terapia de grupo con otros frustrados suicidas. Para evitar nuevos intentos autolíticos, ambos hermanos deciden irse a vivir juntos. 

En una escena observamos cómo Harbour recita la vieja receta del pato asado a la naranja de su madre, mientras poco a poco va retirando de la cocina todos los cuchillos, todas las corbatas de los armarios, todos los pequeños electrodomésticos del cuarto de baño que Wilbur pudiera aprovechar para intentar electrocutarse. También desaparecen de la vista todos los frascos con medicamentos potencialmente peligrosos...



En China, el pato es un símbolo de la fidelidad conyugal, una imagen positiva bastante alejada de nuestra connotación despectiva occidental, más centrada en culpabilizar al prójimo haciéndole "pagar el pato". Como regalo de boda, Wilbur agasaja a su hermano con almohadas y cálidos edredones nuevos, rellenos de plumón de pato...

Los expertos hablan de un riesgo de suicidio consumado 40 veces superior en aquellos casos con intentos autolíticos previos. Además, la letalidad de un intento de suicidio depende de varios factores: método empleado, impulsividad del sujeto, posibilidades de rescate, etc.



Wilbur (Jamie Sives) y Moira (Julia Davis)

Sobre las peculiares secuencias de las terapias de grupo, la joven directora danesa va construyendo el armazón de la mayoría de sus personajes: el hierático Dr. Albert Horst (Mads Mikkelsen), envuelto en una sempiterna nube de humo, y que nunca se cansa de fumar delante de sus propios pacientes, la cándida y enamoradiza enfermera Moira (Julia Davis), el insufrible y gemebundo camionero Wayne (Gordon Brown), la pusilánime Claire (Mhairi Morrison) o la irascible Ruby (Lorraine McIntosh), que se muestra deseosa de que sus compañeros de terapia consigan por fin culminar alguno de sus intentos autolíticos.



Mads Mikkelsen es el Dr. Horst

Pero nuestro personaje favorito es la frágil Alice (Shirley Henderson), que desempeñó un breve papel como Myrtle la Llorona en "Harry Potter y la cámara secreta" (Chris Columbus, 2002). Esta actriz, con tan solo los silencios dibujados por su lánguida mirada, consigue atrapar toda nuestra atención cuando aparece en la pantalla; una protagonista femenina carente de sex appeal pero capaz de mantener candente la llama en ese peculiar triángulo amoroso con los hermanos North.




Shirley Henderson es Alice

Alice trabaja a turnos como limpiadora en el hospital. Allí recoge los libros abandonados por los pacientes, de los que obtiene exiguos réditos tratando de venderlos en la librería de Wilbur y Harbour. Alice tiene una hija, Mary (Lisa McKinlay), una entusiasta de los restaurantes chinos.

Los libros y las flores están omnipresentes: en el papel pintado de las casas, en la ropa de la mujer y de su hija, en los edredones que cubren las camas...

SUICIDIO POR AHORCADURA

Siguiendo la cronología de este film, para su segunda tentativa de suicidio, Wilbur cuelga un cable eléctrico del techo y a modo de soga intenta ahorcarse. Este método puede provocar la muerte debido a los serios daños provocados en las arterias carótidas y vertebrales, así como en la tráquea, que pudieran provocar asfixia.

Existen diversos argumentos médico-legales respecto a este tipo de suicidio, relacionados con la situación anterior o posterior del nudo respecto al cuello del ahorcado.

Además del daño vascular y de la asfixia, existen otras lesiones causantes de la muerte, como el daño medular provocado por fracturas vertebrales cervicales (menos frecuente) o la estimulación directa del seno carotídeo, que provocaría hipotensión, bradicardia y parálisis cardiorrespiratoria.

La rápida intervención de Alice consigue evitar el suicidio de Wilbur y se convierte en el punto de partida de la especial relación entre ambos personajes. De vuelta a la clínica, el Dr. Horst le comunica a Harbour que los demás pacientes no quieren que Wilbur continue participando en las terapias grupales. Le da el alta con la recomendación de que visite otra institución mejor, tal vez privada...

En la historia del cine, también existen múltiples ejemplos del empleo de la horca como medio de ejecución, especialmente en el género del western. Pero, por su estrecha relación con la medicina, nosotros destacamos aquí "El árbol del ahorcado" (Delmer Daves, 1959) con un colosal Gary Cooper en el papel del misterioso médico y pistolero Doc Frail y la inolvidable canción "The hanging tree" interpretada por Marty Robbins.




SUICIDIO POR DESANGRAMIENTO

Por supuesto, no podía faltar en esta película el método de suicidio que popularizaron los antiguos patricios de Roma, si querían preservar su patrimonio una vez condenados a muerte por el emperador. Así puso fin a sus días el filósofo, político y orador Lucio Anneo Séneca ( 4 a.C. - 65), preceptor de Nerón, tal vez el emperador romano más veces retratado en las pantallas cinematográficas. 

En "El padrino. Parte II" (Francis Ford Coppola, 1974), siguiendo la trágica costumbre de aquellos clásicos, Michael Corleone (Al Pacino) permite esa misma salida "honorable" a Frankie Pentangeli (Michael V. Gazzo) tras haberse sentido por él traicionado...


Tom Hagen (Robert Duvall) convenciendo a Pentangeli...

Navegando por Internet podemos encontrarnos con infinidad de páginas web promotoras del suicidio; explican con detalle cuál es la mejor manera de seccionarse las venas. Y es que un cuchillo sirve tanto para cortar el pan como para cometer un crimen.

La misma noche de bodas de su hermano, Wilbur dejó plantada en el restaurante chino a Sophie (Lisa McKinlay), la compañera de Alison en el servicio de limpieza del hospital. Al llegar a casa, sigilosamente, se introdujo en una bañera con agua caliente y nuevamente intentó suicidarse cortándose las venas a la altura de las muñecas.

CAMBIO DE IDEAS...

Wilbur realiza dos descubrimientos que cambiarán su vida: en primer lugar, experimenta el amor por Alice, no exento de culpabilidad por el profundo aprecio que siente por su propio hermano. En segundo lugar está el cáncer de páncreas avanzado que padece Harbour; por primera vez en el film, el rol entre hermanos permuta, y Wilbur se encuentra ahora al otro lado del lecho del doliente. Ese cambio de papeles tendrá su colofón en el final de la película...

Sumido en esta especie de metamorfosis personal, ocurrirá un hecho paradójico: Wilbur rescata a Ruby de las gélidas y turbias aguas del río Clyde, evitando que su antigua compañera de terapia muera ahogada, tal y como ella misma parecía desear.

CINEFILIA

En esta película aparecen las referencias de varios libros:

- "El hombre que pudo reinar", la historia escrita por Rudyard Kipling que inspiró la famosa película de aventuras homónima dirigida en 1975 por John Huston, y protagonizada por Sean Connery y Michael Caine.




Billy Fish (Saeed Jaffrey), Peachy Carnehan (Michael Caine) y Daniel Dravot (Sean Connery) en "El hombre que pudo reinar" (John Huston, 1975)

- "El libro de la selva" (Wolfgang Reitherman, 1968), la entrañable película de animación inspirada en otra obra de Kipling, "The jungle book" (1894).



- "Capitanes intrépidos" (Víctor Fleming, 1937) se basa en la novela homónima de Kipling. Protagonizada por Spencer Tracy, encarnando al inolvidable pescador Manuel, que dejará una huella imborrable en la vida del pequeño Harvey (Freddie Bartholomew) Todo un clásico. ¿Quién no recuerda al recio marinero cantando la canción del "pescadito" acompañándose de una zanfona?




- La autobiografía de Robert Peary, el explorador norteamericano que supuestamente fue uno de los pioneros en alcanzar el Polo Norte, el 6 de abril de 1909. Sus aventuras fueron llevadas a las pantallas de televisión en "Glory & Honor" (Kevin Hooks, 1998), protagonizadas por Henry Czerny (como Robert Peary) y Delroy Lindo (como su compañero Matthew Henson).



- "El orador", de Edward Wallace (1875 - 1932), novelista, dramaturgo y periodista británico, considerado el padre del género thriller. Fue uno de los guionistas de "King Kong" (Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack, 1933).




LA RELACIÓN ENTRE SUICIDIO Y CAMBIOS CEREBRALES...

En el suicidio, como en tantas otras patologías, también se abrió hace tiempo un debate de difícil respuesta: ¿hasta dónde llega la influencia de la genética y hasta dónde la del entorno social?

Existen estudios que intentaron valorar el influjo de los genes en las conductas suicidas, incluso dentro del campo de la epigenética, es decir, en aquellos cambios producidos en la regulación genética que no modifican las secuencias del ADN, a menudo consecuencias de una exposición ambiental.

Algunos de estos mecanismos están relacionados con la metilación del ADN. Grosso modo, esta metilación consigue que algunos genes sean silenciados, en otras palabras, no expresados, lo que provoca diferentes cambios en la diferenciación celular de un individuo, aunque todas las células que lo conforman posean idéntica carga genética. Los expertos hablan de plasticidad fenotípica.

A finales de 2008, se publicó en Biological Psychiatry un trabajo encabezado por el Dr. Michael Poulter, donde se comparaban muestras de tejido cerebral procedentes de pacientes diagnosticados de depresión mayor que se suicidaron con otras pertenecientes a pacientes fallecidos de forma repentina por patología cardíaca y otras causas (grupo control).



Estos investigadores canadienses encontraron que las tasas de metilación en el cerebro de los suicidas era casi 10 veces mayor que la del grupo control, y que uno de los genes silenciados era el del receptor GABAA. El GABA es el principal neurotransmisor inhibitorio dentro del SNC (Sistema Nervioso Central) y desempeña un importante papel en el control del comportamiento.

Además, diferentes fármacos realizan una regulación alostérica de dicho receptor, como por ejemplo las benzodiacepinas, los barbitúricos, el etanol y los anestésicos administrados por via inhalatoria. Los fármacos que actúan sobre el receptor, inhibiendo de forma leve y temporal su descarga neuronal, consiguen un efecto ansiolítico. Pero si lo bloquean de manera más profunda o prolongada, el efecto es anestésico.

No es nuestro deseo extendernos demasiado con estas cuestiones. Simplemente recordar otro estudio publicado en marzo de 2010 en JAMA Psychiatry (anteriormente Archives of General Psychiatry), firmado por los doctores Simona KellerLorenzo Chiarotti y colaboradores, en el que incidían sobre la importancia del BNDF (Brain-derived neurotrophic factor) en la fisiopatología de la conducta suicida.

Los niveles cerebrales y plasmáticos de este factor se encontraron disminuidos en los suicidas. Los resultados obtenidos refuerzan la hipótesis de que las alteraciones en la metilación del ADN de genes específicos en el cerebro humano (como el responsable de la expresión del BNDF en el área de Wernicke) están asociados a comportamientos suicidas.

CINEFILIA: LOS LEMMINGS SUICIDAS

Los leminos o lemmings son unos pequeños roedores habitantes de la tundra, la taiga y las praderas árticas, que subsisten alimentándose de hierba, raíces y frutos. Sin base científica, existe un mito que asegura que estos animales se suicidan en grupo como mecanismo de autorregulación natural.



A la presunción de esta falsa creencia contribuyó "White Wilderness" (James Algar, 1958), un documental de la factoría Disney rodado en Canadá y galardonado con un Óscar. En una de sus secuencias, un grupo de lemmings se arroja a las aguas de un río. Se especula que ese incidente fue provocado intencionalmente durante el rodaje del documental.

EL CEMENTERIO DE GLASGOW

Uno de los escenarios más bellos de esta película se sitúa aquí. Edificado en la época victoriana, se extiende sobre una colina al este de la Catedral de San Mungo (como también se conoce a San Kentigerno, el fundador de la ciudad).



Diseñado por Pére Lachaise, se trata de un encargo realizado en 1831 por la Casa de los Comerciantes. En la actualidad ocupa unas 15 hectáreas y sus jardines, estatuas, túmulos y esculturas pueden contemplarse en visitas guiadas.

UN APUNTE FINAL...

Existe una circunstancia que bien pudiera parecer chocante. Los países supuestamente "más felices" presentan las tasas más elevadas de suicidios. Un estudio conjunto realizado por la Universidad de Warwick (Reino Unido), el Hamilton College de Nueva York (EEUU) y la Universidad de San Francisco (EEUU) reveló que algunos países instalados en posiciones destacadas dentro del ranking Forbes (Dinamarca, Canadá, EEUU, Islandia, Suiza...) registran elevadas cifras de suicidios.

Este fenómenos paradójico ocurre también dentro de los EEUU, donde los estados que registran los niveles de felicidad más altos son también aquellos donde más se suicidan sus habitantes, como por ejemplo Hawaii, y viceversa, otros como Nueva York, asociado a un estilo de vida de escasa felicidad, presenta las tasas de suicidio entre las más bajas.

Todavía queda mucho por investigar sobre la conducta suicida en los seres humanos...